Al proper club de lectura tractarem l'obra "Un acto reflejo. Último caso del comisario Caravaggio"
El segundo libro de la profesora y música, «Un acto reflejo. Último caso del
comisario Caravaggio», es una intriga policial al estilo Agatha Christie, llena
de guiños literarios y artísticos
Lluís Vergés | 23/07/2019
Ana Gomila en Besalú donde participa en un curso de percusión medieval.
Profesora, música y articulista, Ana Gomila Domènech se estrena en la novela con
«Un acto reflejo. Último caso del comisario Caravaggio». Se trata de una novela
policíaca al más puro estilo Agatha Christie, una obra de intriga criminal en la que
hay un muerto, un investigador y una serie cerrada de sospechosos.
La autora afirma que «Un acto reflejo» es una especie de ‘divertimento’ o ejercicio
estilístico en el que no es difícil averiguar quién es el asesino y, por otro, encierra
varias capas o niveles de lectura, ya que también alude sutilmente a otros temas
como la política y la moralidad, la integración y el supremacismo, diferentes formas
de amor contrapuestas entre sí.
«No quiero contar demasiado sobre la trama de la novela para no dar pistas, pero
de todo ello hay un poquito», dice.
Atentado
Respecto a las novelas del género negro o policíacas, Ana Gomila afirma que «le
chiflan» y, en especial, las de Agatha Christie no tanto por su estilo, que carece de
atractivo literario, sino por sus tramas.
«Además, las novelas policíacas –añade–, me parecen un excelente armazón del
que colgar todo lo que me interesa, construir un montón de personajes aun con
pocos elementos, hacer descripciones impresionistas y crear ambientes
evocadores, introducir citas y referencias culturales (de las cuales hay muchísimas
en «Un acto reflejo»), etcétera».
El caso comienza cuando el comisario Giuseppe Caravaggio, ya a punto de
jubilarse, recibe una llamada en domingo en su domicilio después de que un
supuesto fotógrafo intente atentar contra un candidato conservador y sea, a su vez,
objeto de un disparo.
Nacido en un orfanato, el policía compensa sus carencias personales y su falta de
brillantez de su carrera profesional con un sentido del humor muy británico, pese a
la procedencia italiana de su linaje.
Hace tres años, Ana Gomila, miembro del grupo Gaudium et Musica, especializado
en la música antigua, publicó su primer libro llamado «El jardín de las delicias:
Narraciones y opiniones»; una miscelánea en la cual recogía la mayoría de relatos y
artículos sobre temas culturales que habían ido saliendo en «Es Diari».
El libro con el último caso del comisario Caravaggio puede encontrarse en formato
de papel y en versión electrónica en Amazon. El hecho de que sea una novela de
solo 62 páginas ha sido una dificultad que la escritora encontró para encontrar una
editorial que quisiera publicar «Un acto reflejo».
«La mayoría de agentes literarios y editoriales –señala Gomila– no aceptan
manuscritos, muchos solo están interesados en publicar mamotretos (las novelas
breves, al parecer, solo gustan en Francia) y otros únicamente aceptan autores
fácilmente «vendibles», que se hayan hecho un nombre con anterioridad. En
resumen, la pescadilla que se muerde la cola».
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